La meditación es una gran herramienta para estar presente en cada momento y en nuestro día a día. La meditación puede eliminar el estrés y brindarnos paz interior. Si el estrés causa que estés ansiosa, tensa, preocupada, entonces practicar meditación podría ser una grandiosa alternativa para ti.
La meditación puede producir un estado de relajamiento profundo y una mente tranquila. Cuando meditas puedes despejar la sobrecarga de información que se acumula todos los días. Durante la meditación concentras tu atención y eliminas los pensamientos confusos que pueden estar ocasionando el estrés.
Los beneficios de la meditación son:
- Tener una nueva perspectiva de las situaciones estresantes
- Adquirir habilidades para controlar el estrés
- Aumentar la autoconciencia
- Enfocarse en el presente
- Reducir emociones negativas
- Aumentar la imaginación y la creatividad
- Aumentar la paciencia y la tolerancia
- Bajar la frecuencia cardiaca
- Mejorar a calidad del sueño
Es importante que sepas que cualquier persona puede meditar. Algunos elementos de la meditación, que debes tomar en cuenta para iniciar son:
- Concentrar la atención. Ayuda a liberar tu mente de distracciones que causan estas y preocupaciones. Puedes concentrar la atención en cosas como un objetivo específico, una imagen, un mantra o incluso la respiración.
- Respiración relajada. Esta técnica implica respiración profunda y uniforme, usando el músculo diafragma para expandir los pulmones. El propósito es hacer la respiración más lenta, recibir más oxígeno, y reducir el uso de los músculos de los hombros, el cuello y la parte superior del pecho al respirar, para respirar con más eficiencia.
- Un lugar tranquilo. Si eres principiante, practicar meditación será más fácil si estás en un lugar tranquilo con pocas distracciones, sin televisión, radio o teléfono celular. Conforme adquieras más experiencia con la meditación, quizás puedas meditar en cualquier lugar, especialmente en situaciones de mucho estrés cuando te beneficiarás más, como en un embotellamiento de tráfico, en una reunión de trabajo estresante, o esperando en una fila larga en el supermercado.
- Una posición cómoda. Puedes practicar la meditación sentado, acostado, caminando, en otras posiciones o durante actividades. Solo intenta estar cómodo para poder aprovechar al máximo tu meditación. Trata de conservar una buena postura durante la meditación. Actitud abierta. Permite que los pensamientos pasen por la mente sin juzgarlos.
Te invito a comenzar con la respiración para empezar a meditar. Conforme te sientas más cómoda incorpora música o incluso una meditación guiada. Elige la posición que mejor te acomode. Sentada o acostada. Notarás que la meditación te ayuda a clarificar los pensamientos y conseguir más enfoque. Ahora es tu turno, ¡inténtalo!
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